Nuestros padres pueden haber tratado de hacer lo mejor para enseñarnos buenas cosas o no, pero de todas formas, ellos han fallado y nosotros no seremos perfectos, también nos vamos a equivocar. Por otro lado, podemos confiar en que la sabiduría que encontramos en Dios es perfecta y sus consejos no contienen error alguno. Miremos a Dios como nuestro perfecto Padre y encontremos en él el modelo perfecto para también guiar a otros en su crecimiento espiritual. ![]()
0 Comments
Leave a Reply. |